Vamos a trabajar paso a paso en tu estrategia de contenido. Imagínate un pastel de cumpleaños que es muy bonito por fuera pero por dentro no sabe a nada, muchas personas se enfocan en eso en la edición y en la letra, el color, y no en el pastel, que es la columna vertebral, lo más importante.
Y para todas esas personas que le tienen miedo a la cámara, tengo un regalo especial, una técnica que genera muchísima viralidad sin que tengas que mostrarte si al principio te da un poco de nervios, y eso es lo que te paraliza.
Todo comenzó este año, cuando viajé a Chile a visitar a una gran amiga.
Subí una historia diciendo: “¿Quién está en Chile? Quiero conocerlos y compartir con ustedes”.
No imaginé la respuesta.
En minutos, decenas de personas me escribieron pidiendo asesorías personales.
Así que decidí abrir algunos espacios para atenderlos.
Pero pasó algo que me cambió la forma de ver todo lo que estaba haciendo:
cada persona que llegaba a la asesoría tenía el mismo problema.
Todos querían vender, crecer, y tener una marca fuerte…
pero ninguno sabía crear contenido que conectara.
Hacían videos genéricos, usaban guiones creados con inteligencia artificial, todos se parecían entre sí, sin emoción, sin alma.
Publicaban cada día, pero nadie los veía ni escuchaba.
Cuando regresé a Colombia y seguí con las asesorías, me encontré con exactamente lo mismo:
excelentes productos, excelentes servicios… pero cero conexión.
Todo comenzó este año, cuando viajé a Chile a visitar a una gran amiga.
Subí una historia diciendo: “¿Quién está en Chile? Quiero conocerlos y compartir con ustedes”.
No imaginé la respuesta.
En minutos, decenas de personas me escribieron pidiendo asesorías personales.
Así que decidí abrir algunos espacios para atenderlos.
Pero pasó algo que me cambió la forma de ver todo lo que estaba haciendo:
cada persona que llegaba a la asesoría tenía el mismo problema.
Todos querían vender, crecer, y tener una marca fuerte…
pero ninguno sabía crear contenido que conectara.
Entonces entendí algo muy poderoso:
El problema no era lo que vendían. El problema era cómo lo comunicaban.
Las personas no compran lo que haces, compran lo que sienten contigo.
Y ahí nació este proyecto: El Efecto Thalía.
Porque todos pueden crear contenido,
pero muy pocos saben crear contenido que conecta, se viraliza y vende sin vender.
Y eso —precisamente eso— es lo que quiero enseñarte.
Hacían videos genéricos, usaban guiones creados con inteligencia artificial, todos se parecían entre sí, sin emoción, sin alma.
Publicaban cada día, pero nadie los veía ni escuchaba.
Cuando regresé a Colombia y seguí con las asesorías, me encontré con exactamente lo mismo:
excelentes productos, excelentes servicios… pero cero conexión.
Entonces entendí algo muy poderoso:
El problema no era lo que vendían. El problema era cómo lo comunicaban.
Las personas no compran lo que haces, compran lo que sienten contigo.
Y ahí nació este proyecto: El Efecto Thalía.
Porque todos pueden crear contenido,
pero muy pocos saben crear contenido que conecta, se viraliza y vende sin vender.
Y eso —precisamente eso— es lo que quiero enseñarte.
Aplicando mi método al pie de la letra.
y subierón su engagement
y vive la experiencia del efecto Thalia
Entrada general
Nos vemos en:
Entrada VIP
Nos vemos en: